Conocí lugares espectaculares y ví en vivo los monumentos que sólo había visto antes en postales. Admiré las obras originales de artistas famosos en un montón de museos, de cerca me fijé en la enigmática sonrisa de la Mona Lisa y de la belleza perfecta de la Venus de Milo.
Descubrí, entre mucho más, dos cosas importantes: Un montón de fierros iluminados pueden causar pérdida de memoria momentánea y sustituir todo por ese sentimiento inexplicable de emoción agonizante.
La mejor manera de conocer una ciudad es desde el segundo piso de un autobús, el viento hace bailar tu cabello como en un musical donde tu corazón pone el ritmo.
En resumen, la cosa fue asi: Viaje en el Underground de Londres, ví la Torre Eiffel haciendo "disco", me infiltré en el palacio de Drottningholm en Suecia, pasé en frente del hotel donde los Beatles conocieron el LSD y el Big Ben me dió la hora exacta. Me perdí en tres ciudades diferentes, y recorrí calles llenas de belleza mientras encontraba el camino.
Ahora mis próximas vacaciones serán con destino a Mexico, city. :)
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