Cuando empecé este blog mencioné que tenía muchas ganas de que acabará el ciclo escolar. Escribí eso con todos mis sentidos en orden, sabía lo que decía, más sin embargo ahora pienso muy diferente.
Sin dudarlo declaré que este había sido mi peor año e incluso me atreví a enlistar mis razones, sin descubrir que esa horrible actitud que había tomado ante la situación no me dejaba ver que este año en realidad ha sido y será el mejor.
Sí tuve muchas experiencias malas, desesperantes y de algunas no he salido, pero también descubrí que ante todas esas cosas siempre están esas personas que le dan color a mi vida.
Las personas que conocí en una escuela cualquiera, convirtieron ese lugar en mi especial escuela cualquiera, la cual será realmente inolvidable.
De ellos no me quiero despedir, sé que son mis amigos, cosa que nos hace inseparables. Sin embargo es inevitable la nostalgia que se empieza a sentir por saber que dentro de dos días la secundaria quedará atrás y dentro de un mes será sólo parte del ayer, aunque las emociones que sentí las siga experimentado como la primera vez.
Estos tres años de vivencias son apenas el comienzo de una vida compartida...
(Siento la cursilería, no hay justificación)
